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Depresión: cuándo ir al médico

El malestar psicológico puede llamar a tu puerta en algún momento de la vida, como también puede hacerlo la depresión.

Quizá formes parte de la mitad de españoles cuyo malestar emocional ha aumentado durante el confinamiento por la pandemia, trayendo consigo menor optimismo y confianza[i]. O puede que esta situación te haya hecho sentir poco interés o placer en hacer cosas, dejándote decaído o sin esperanza. Incluso es posible que hayas sentido algún tipo de tristeza o ansiedad[ii], o que la sientas todavía. Sin embargo, esa sintomatología depresiva, generalmente pasajera, no debe confundirse con la depresión.

¿Cuándo buscar ayuda médica?

Entonces, ¿cuándo hay que preocuparse? ¿Cuándo esos sentimientos de abatimiento, apatía y tristeza, o síntomas como el insomnio, falta de concentración o dolor pueden enmascarar una depresión? ¿En qué momento se debe consultar al médico?

Los expertos en salud mental recomiendan hacerlo siempre que:

  1. Las emociones consideradas normales -tristeza, miedo, culpa, estrés, ansiedad, etc.- modifiquen la vida diaria. El estrés y la ansiedad son dos reacciones normales. Sin embargo, mantenidas en el tiempo y de mucha intensidad, pueden provocar un trastorno de ansiedad o depresivo que impidan funcionar como se hacía antes.
  2. Además, si el entorno normal en el que vives lo percibes como amenazante o eres muy sensible a los acontecimientos estresantes que te rodean, generando desasosiego y preocupación excesiva, sería también el momento de buscar ayuda profesional.
  3. Cuando presentes estos síntomas:
    1. Cambio de ánimo marcado, con tendencial al llanto y malestar no justificado
    2. Pérdida de interés por actividades que antes te ilusionaban y con las que disfrutabas
    3. Alteraciones del sueño, ya sea dificultad para dormir como sueño excesivo
    4. Alto nivel de ansiedad ante todo tipo de acontecimientos.
    5. Síntomas físicos mantenidos en el tiempo como

Ante estas situaciones, es recomendable acudir al médico de familia para que realice una exploración profesional que confirme o descarte la sospecha de depresión, y pueda ofrecerte los recursos necesarios que necesites.

Como explica la doctora Ana Cebrián, médico de familia en el Centro de Salud Casco Antiguo Cartagena (Murcia), y coordinadora del grupo de enfermedades crónicas de la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONCA), “las personas que acuden a una primera consulta con su médico de familia no suelen referir los síntomas clásicos de la depresión, como la tendencia al llanto o la pérdida de ilusión. Es mucho más frecuente que hablen de insomnio, falta de concentración, estrés o dolor, entre otros”.

Y, como también pone de manifiesto esta profesional, “es habitual que vengan a consultar por otra cosa y que al preguntarles e indagar sobre su estado emocional, lleguemos al diagnóstico de depresión”.

Abordar la situación lo antes posible es la mejor opción. Según la Dra. Cebrián, “un gran número de personas tarda mucho en buscar ayuda médica lo que, unido a la amplia variedad de síntomas, más allá de los clásicos de la depresión, retrasa el diagnóstico”.

 

En caso de duda, es preferible buscar ayuda profesional, ya que la conversación con tu médico es terapéutica en sí misma, hablar y expresar lo que sientes es fundamental.

Entre los criterios más importantes para el diagnóstico de depresión están la intensidad y duración de los síntomas, así como que estos provoquen malestar y sufrimiento, afectando negativamente al desarrollo de las actividades cotidianas, tal y como afirman los especialistas.

El estigma, enemigo en la búsqueda de ayuda profesional

Los profesionales sanitarios tienen claro que todavía hay un elevado número de casos de depresión sin diagnosticar, en parte, porque el estigma social y el propio estigma que se impone quien padece depresión suponen un freno a la hora de buscar ayuda médica.

Aun hoy pesan falsos mitos y creencias que ponen el foco en la culpabilidad o debilidad de carácter de quien tiene depresión, lo que dificulta el acceso al sistema sanitario. Por eso es vital normalizar las enfermedades mentales como la depresión, y que el entorno esté concienciado e informado para ofrecer ayuda y animar a buscarla.

Para la Dra. Cebrián, “en muchos casos, cuesta aceptar el diagnóstico, algo habitual en las enfermedades psiquiátricas como la depresión. Hay poca conciencia de enfermedad, y cuando existe, lleva asociado todavía el estigma y, por tanto, una connotación negativa”.

Ni todo es depresión -no, no lo es la reacción emocional negativa ante determinados eventos estresantes de la vida como el duelo, una ruptura amorosa, la pérdida del empleo…, que, por lo general, no requieren de tratamiento-, ni todas las depresiones están bien detectadas.

Por eso, los expertos como la Dra. Cebrián insisten en la importancia de la educación y formación en salud mental, tanto por parte de la población general como de los profesionales sanitarios, con el fin de que todos sepamos que la depresión es una enfermedad, que conozcamos su variedad de síntomas y sepamos identificarlos -afectivos, cognitivos y físicos-, que existe tratamiento, y que #DeLaDepresiónSeSale. Para ello, acudir a la consulta del médico es uno de los primeros pasos. ¡No lo olvides!

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[i] Balluerka Lasa, N., Gómez Benito, J., Hidalgo Montesinos, M. D., Gorostiaga Manterola, A., Espada Sánchez, J. P., Padilla García, J. L., Dr. Santed Germán, M. A. (2020). Las consecuencias psicológicas de la covid-19 y el confinamiento: informe de investigación. Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco.

[ii] Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). (2021). Encuesta sobre la salud mental de los españoles durante la pandemia de la COVID-19

 

Referencias

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