¿Qué son la depresión posparto y la tristeza posparto o baby blues?
El nacimiento de un bebé puede desencadenar una mezcla de emociones y cambios en el estado de ánimo de la madre, desde máxima alegría y entusiasmo hasta miedo y ansiedad. La tristeza posparto – también conocida como ‘baby blues’- es frecuente tras dar a luz, y sus síntomas suelen desaparecer en unas semanas, pero si esas emociones negativas se intensifican y alargan en el tiempo, podría tratarse de depresión posparto.
En este artículo, que cuenta con la colaboración de Eva Trillo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el centro de salud Campo de Belchite y vicepresidenta de SEMERGEN Aragón, encontrarás información para conocer ambos estados y buscar ayuda profesional si es necesario.
‘Baby blues’, la norma más que la excepción tras el parto
Tristeza posparto o ‘baby blues’ y depresión posparto son dos cosas diferentes. “El baby blues es un grupo de síntomas depresivos de corta duración, muy común, que afecta, aproximadamente, a ocho de cada diez mujeres después del parto. Suele aparecer en los primeros días después del nacimiento y puede durar hasta dos semanas”, explica la Dra. Trillo.
Entre sus principales síntomas se encuentran:
- Cambios de humor
- Tristeza
- Llanto fácil
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Fatiga
- Dificultades para dormir
Aunque estos síntomas pueden ser intensos, “tienden a ser pasajeros y no requieren tratamiento médico específico”, tal y como aclara la Dra. Trillo. Se cree que esta tristeza posparto está causada por los cambios hormonales y emocionales que ocurren después del parto, así como por el estrés y las demandas físicas y emocionales de cuidar a un recién nacido.
Depresión posparto, mucho más que tristeza
La depresión posparto, en cambio, es una forma más grave de trastorno del estado de ánimo, que puede afectar a una de cada diez mujeres.
“A diferencia del ‘baby blues’, los síntomas de la depresión posparto son más persistentes y pueden interferir significativamente con la capacidad de la mujer para funcionar en su vida diaria”, afirma la Dra. Trillo.
Estos síntomas pueden incluir:
- Tristeza profunda
- Sentimientos de desesperanza
- Falta de interés o alegría en las actividades cotidianas
- Cambios en el apetito y el sueño
- Fatiga extrema
- Dificultad para concentrarse
- Sentimientos de culpa o inutilidad
- Pensamientos recurrentes de dañarse a sí misma o al bebé
- Y, en casos graves, pensamientos de suicidio.
La depresión posparto puede comenzar en cualquier momento durante el primer año después del parto y, a menudo, requiere de tratamiento médico, como terapia psicológica y, en algunos casos, medicamentos antidepresivos.
“Si una mujer experimenta síntomas preocupantes o persisten más allá de dos semanas, se recomienda que busque atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados. La depresión posparto es tratable y con el apoyo adecuado, las mujeres pueden recuperarse y disfrutar plenamente de su experiencia de maternidad”, asegura esta especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Tanto las matronas como los médicos de familia desempeñan un papel crucial en la detección y manejo de la depresión posparto. Tu matrón/a que hace el seguimiento posparto te preguntará por estos síntomas, y en caso de detectar cualquiera de ellos, te derivará a tu médico de familia. De no ser así, no dudes en pedir cita con tu médico de referencia. “Con un adecuado tratamiento, apoyo y cuidado, muchas mujeres logran recuperarse completamente y no experimentan nuevos episodios depresivos en el futuro”, matiza la Dra. Trillo.
De igual modo, si bien la depresión posparto puede tener un impacto negativo en la relación madre-bebé, “con un tratamiento adecuado y un apoyo temprano, la mayoría de las mujeres pueden recuperarse y reconstruir una relación sólida con sus hijos. La detección temprana y el acceso a servicios de salud mental son fundamentales para minimizar las consecuencias negativas y promover el bienestar tanto de la madre como del bebé”, concluye esta especialista.
La llegada de un nuevo bebé a la vida familiar puede suponer una auténtica revolución, también en el estado emocional de la madre. La tristeza posparto es habitual en estos casos y, de forma general, desaparece por sí sola, pero cuando los síntomas continúan en el tiempo y aumentan de intensidad, es importante acudir al médico para una correcta valoración. La depresión posparto existe, también es frecuente, y tiene tratamiento, pero recuerda que #DeLaDepresiónSeSale.
Referencias
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