10 cosas que debes saber sobre los antidepresivos
El tratamiento de la depresión, generalmente, requiere de la toma de antidepresivos que, junto a la terapia psicológica, es una de las principales herramientas existentes para recuperarse de la enfermedad. Sin embargo, todavía hoy existe cierto rechazo y preocupación hacia este tipo de medicamentos por parte de la población. ¿Es tu caso? En este artículo, que cuenta con la colaboración del Dr. Guillermo Lahera, jefe de sección de Psiquiatría en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, descubrirás que los antidepresivos son eficaces y seguros, así como algunos de los falsos mitos que pesan sobre ellos.
Los antidepresivos, como sucede con todos los medicamentos sujetos a receta médica, han tenido que demostrar su eficacia, seguridad y tolerabilidad hasta que son aprobados por las autoridades sanitarias para su comercialización y, una vez comercializados, siguen siendo supervisados para garantizar su seguridad. Sin embargo, sobre ellos sigue existiendo cierta leyenda negra, ideas preconcebidas basadas en “creencias erróneas, confusión con otro tipo de fármacos y dificultades para entender que el estado de ánimo puede cambiar con una medicación”, asegura el Dr. Guillermo Lahera.
Por eso, creemos que estas 10 ideas clave te ayudarán a entender mejor su función y a diferenciar lo que sí y lo que no es o hace un antidepresivo.
1. Los antidepresivos no son los mismo que los ansiolíticos
Los antidepresivos y los ansiolíticos -como las benzodiacepinas- son dos tipos de fármacos diferentes. Los ansiolíticos se recetan como tratamiento sintomático ante la aparición de ansiedad, inquietud o dificultades para conciliar el sueño. “Los ansiolíticos se prescriben para bajar la ansiedad en la fase aguda y durante un periodo corto de tiempo (2-3 semanas), mientras que los antidepresivos sirven para prevenir la aparición de ansiedad y están indicados en la fase aguda y en la prevención de recaídas, durante un tiempo prolongado”, explica el Dr. Lahera.
2. No generan dependencia
Los antidepresivos no son adictivos y, por tanto, no crean hábito, “como sí lo hacen, por ejemplo, las benzodiacepinas”, aclara el Dr. Lahera. Tampoco son drogas de abuso, de modo que no producen euforia.
3. No cambian la personalidad
La función de los antidepresivos es la de:
- regular el estado de ánimo
- mejorar la apatía
- ayudar a tener un pensamiento más lúcido
- disminuir la rumiación, es decir, dar vueltas a la misma idea de manera inconsciente una y otra vez
- modular la impulsividad o irritabilidad
Y lo hacen sin cambiar tu personalidad.
4. Su efecto no es inmediato
Es importante que sepas que su efecto no es inmediato, con el fin de que no abandones la medicación que tu médico te haya pautado. Quizá sea necesario que tengas un poco de paciencia, pero normalmente, comenzarás a sentirte mejor a las 3 o 4 semanas desde que hayas iniciado el tratamiento antidepresivo.
5. El primer antidepresivo utilizado puede no ser el definitivo
No hay dos depresiones iguales y, por tanto, tampoco un único tratamiento. Es habitual que el primer antidepresivo utilizado no responda como sería deseable. Por eso, el médico puede decidir sustituirlo por otro o añadir un segundo fármaco que lo complemente. En las revisiones posteriores iréis valorando conjuntamente el resultado y si es necesario plantear algún otro ajuste.
6. La duración del tratamiento es variable y a medida de cada persona
La duración del tratamiento antidepresivo depende, en gran medida, de la evolución de tu cuadro depresivo y siempre debes consultarlo con tu médico.
Habitualmente, cuando se trata del primer episodio depresivo, los expertos recomiendan mantener el tratamiento farmacológico unos 12 meses a partir de la dosis en la que comenzó la mejoría. Posteriormente, se puede prolongar, dependiendo del riesgo de recaída.
En algunos casos, en personas con varios episodios depresivos, el tratamiento antidepresivo se puede mantener indefinidamente como pasa en otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial.
El objetivo que se persigue es conseguir la remisión completa de la depresión, evitar recaídas y recuperar la calidad de vida que tenías antes de la enfermedad.
7. El consumo de alcohol y de otros tóxicos no es recomendable
Como ocurre con otros tratamientos farmacológicos, la toma simultánea de antidepresivos y alcohol puede ser perjudicial, especialmente si se toma en cantidades altas.
El abuso de alcohol o el consumo de otras sustancias no son la solución para mejorar el estado de ánimo. De hecho, tienen un efecto contrario y contribuyen a generar otros problemas asociados. Cuando desaparece el efecto de relajación o euforia que provocan, los sentimientos de tristeza y desesperanza se vuelven más intensos.
8. Los efectos secundarios más frecuentes suelen ser leves y transitorios
Como sucede con cualquier otro fármaco, si lees el prospecto observarás un listado de posibles efectos secundarios. No debes temerles, ya que los antidepresivos son seguros.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran:
- Náuseas
- Molestias gastrointestinales
- Sequedad de boca
- Insomnio o somnolencia
Tu médico seleccionará la mejor alternativa para ti, en base a tus preferencias, estilo de vida, edad, enfermedades previas o actuales, alergias, intolerancias, etc.
9. Relación con el embotamiento emocional
El embotamiento emocional se caracteriza por la dificultad o incapacidad para experimentar y expresar sentimientos y emociones, ya sean positivos o negativos. Sin embargo, no puede describirse simplemente como un efecto asociado al uso de algunos antidepresivos, sino también como un síntoma de la propia depresión.
“En ocasiones hemos observamos un cierto distanciamiento o embotamiento emocional con algunos antidepresivos, que es totalmente reversible”, matiza el Dr. Lahera.
10. Deben dejar de tomarse de forma gradual
Si no producen dependencia, es posible que te estés preguntando por qué deben dejar de tomarse de forma progresiva. Esto es así para evitar la aparición del “síndrome de retirada”, que suele durar unas 24-72 horas y se caracteriza por la presencia de molestias gastrointestinales, inquietud y malestar general. “Con una retirada progresiva, suele ser muy leve”, asegura el Dr. Lahera.
Los antidepresivos, junto a la psicoterapia y la psicoeducación, son un pilar clave del tratamiento. Es esencial que mantengas una relación de confianza con tu médico y compartas con él/ella tus preocupaciones sobre el tratamiento pautado, ya que su cumplimiento aumentará las probabilidades de éxito en tu recuperación. Si todavía tienes más preguntas en relación a la depresión, puedes consultar la Guía interactiva “En 30 preguntas”, donde expertos en salud mental, entre ellos el Dr. Lahera, ofrecen respuestas sencillas y rigurosas. #DeLaDepresiónSeSale.
Referencias
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