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Cómo reconocer si sufres embotamiento emocional

Si tienes o has tenido depresión es posible que hayas experimentado el embotamiento emocional, un aplanamiento de las emociones, que suele hacerse más evidente cuando los síntomas principales del trastorno depresivo han remitido. En ese caso, habrás sentido el miedo, la ira, la alegría, la sorpresa o la tristeza con una menor intensidad. A pesar de que este síntoma es muy habitual, son muchas las personas que no consultan a su médico sobre esa situación porque no la relacionan con la depresión.

En este artículo, realizado en colaboración con la doctora Rosa Gutiérrez Labrador, Jefe de Sección del Servicio de Salud Mental de Alcobendas, dependiente del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid, queremos indicarte las señales y signos a los que prestar atención para detectar esta sintomatología.

 

Signos de alerta sobre el embotamiento emocional

Indiferencia hacia tu entorno cercano. Es posible que te sientes distante y muestres cierto desapego hacia tus seres más queridos, ya sean hijos, pareja, nietos…, lo que puede resultarte difícil de comprender.

Desmotivación o apatía hacia cosas que, antes de sufrir depresión, eran importantes en tu vida, como el trabajo o las actividades de ocio con las que ahora no te sientes implicado.

Insensibilidad para sentir, dada la atenuación de los sentimientos, que te puede llevar a ser menos empático, sentir una menor responsabilidad social o preocupación por los demás.

Pérdida de interés por el sexo, algo que sucede a menudo.

Este cambio en la intensidad de las emociones puede llevarte a tomar decisiones que no se basen en tu valores e intereses, ya que están condicionadas por el embotamiento emocional. “Esto puede tener graves repercusiones en la familia, el trabajo o las relaciones interpersonales, como pueden ser un distanciamiento de la pareja, desinterés por el trabajo y menor rendimiento, menor implicación en el cuidado de los hijos, desinterés por la propia economía o abandono del autocuidado en áreas como alimentación, ejercicio o toma de tratamientos”, explica la Dra. Gutiérrez Labrador.

Para esta profesional, “quienes sufren embotamiento emocional no se reconocen como las personas que eran antes de la depresión y no terminan de adaptarse a su vida previa, de modo que ven afectada su funcionalidad y abandonan las actividades que antes llevaban a cabo”.

Por eso es importante que se conozca esta realidad, con el fin de que quien tenga depresión, o sus familiares y amigos, puedan identificar este síntoma y buscar ayuda profesional. Además, la Dra. Gutiérrez Labrador también considera necesario que “el médico explore y descarte la existencia de este síntoma residual, que puede tener tan grave repercusión en la vida de nuestros pacientes, y que se aborde su tratamiento de la forma más precoz posible. Más de un tercio de las personas que han sufrido depresión pueden mantener este síntoma residual después de haber mejorado. Y hay estudios que avalan que el cambio del tratamiento antidepresivo puede mejorar el embotamiento emocional”.

 

El embotamiento emocional disminuye la calidad de vida

“El embotamiento emocional es, con frecuencia, un síntoma residual que no se tiene en cuenta y se vuelve crónico. Supone más riesgo de recaídas, peor pronóstico, y más abandono del tratamiento, pero, sobre todo, el embotamiento emocional supone una merma severa de la calidad de vida del paciente que se resigna a su situación disminuyendo su calidad de vida y la de sus familiares”, explica la psiquiatra Rosa Gutiérrez Labrador.

Por tanto, este síntoma debe ser motivo de consulta con el profesional sanitario, con el fin de alcanzar el objetivo del tratamiento de la depresión: la completa recuperación.

Si bien no hay un consenso claro sobre por qué se produce el embotamiento emocional, esta especialista afirma que “puede formar parte del propio cuadro depresivo, pero también los antidepresivos clásicos como los ISRS y los IRSN, que son los más utilizados, lo pueden producir o empeorar, ya que consiguen un distanciamiento de los pensamientos negativos del trastorno depresivo, de modo que modifican la forma en la que se procesan las emociones. Esto, que inicialmente es positivo para mejorar la depresión, es algo que se vuelve en contra de la remisión completa cuando los síntomas nucleares de la depresión mejoran”, aclara la Dra. Gutiérrez Labrador.

Si te reconoces en alguna de las situaciones descritas es recomendable que hables con tu médico sobre ello para que, en el caso de que sufras esta indiferencia emocional, podáis buscar, juntos, la mejor manera de abordar esta situación. #DeLaDepresiónSeSale.

 

 

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