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¿Por qué las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir depresión que los hombres?

Quizá ya sepas que las mujeres padecen depresión en mayor medida que los varones. De hecho, tienen el doble de probabilidad de experimentar un episodio depresivo a lo largo de la vida[i], algo evidente desde los 12 años[ii]. Hasta una de cada cinco mujeres sufrirá depresión en algún momento de su vida[iii], pero, ¿por qué?

La suma de factores biológicos, psicológicos y sociales

Para explicar esta situación es necesario entender cómo intervienen una serie de factores biológicos, sociales y estresantes personales, explica la Dra. Eva Trillo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el centro de salud Campo de Belchite, y Vicepresidenta de SEMERGEN Aragón.

  1. Desde el punto de vista biológico:
  • Las variaciones hormonales juegan un importante papel en la depresión de las mujeres.

De hecho, los episodios depresivos pueden empezar con la aparición de la menstruación, y los momentos de mayor riesgo son el postparto, la gestación y la perimenopausia, según explica la Dra. Trillo.

Pero la biología es solo una parte de su origen. A ella hay que sumar:

  1. Los factores sociales estresantes asociados al género femenino, como son:
  • La maternidad que, a pesar de ser una etapa a menudo positiva y deseada, conlleva un cambio drástico del modo de vida y, en ocasiones, supone un importante factor de estrés, sobre todo si la mujer dispone de poco soporte en su entorno.
  • El rol profesional que, con frecuencia, se solapa al periodo tan exigente de la maternidad, por lo que, a veces, se retrasa esta etapa e incluso se renuncia a ella. En algunas mujeres, supone un gran dilema vital de nuevo estresante.
  • La discriminación laboral y pérdida de poder adquisitivo en el caso de muchas mujeres.
  • Las exigencias culturales asociadas a la mujer, relacionadas con la belleza y la “necesidad” de una juventud casi eterna.
  1. Los factores estresantes vinculados a diferentes etapas del ciclo vital de la mujer como pueden ser, entre otros:
  • Los abusos sexuales y/o la violencia de género.
  • Problemas para quedarse embarazada y/o el estrés debido a la infertilidad, conflictos a la hora de planificar los primeros nacimientos en el contexto de pareja, etc.
  • El síndrome del nido vacío.

De modo que la depresión se caracteriza por la interacción entre la predisposición genética y los factores ambientales.

Así, no es raro que entre las mujeres que acuden a su médico de familia ante la sospecha de depresión, muchas:

  • Presenten múltiples roles: trabajadora, ama de casa, cuidadora, madre, pareja, hija…
  • Acudan con frecuencia al centro de salud para diversas consultas, es decir, hiperfrecuente los servicios sanitarios.
  • Manifiesten habitualmente dolores crónicos, como pueden ser el dolor muscular, de cabeza o estómago.
  • Tengan insomnio y ansiedad.

Entre las principales señales de alarma de depresión en la mujer están “la rumiación, es decir, dar vueltas a un pensamiento, idea o posible problema, de manera inconsciente y casi obsesiva, la alteración del apetito (aumento de peso), quejas somáticas, siendo frecuente el dolor crónico, ansiedad o fobias y afectación funcional, que incide en todas las esferas de la vida como familia, amigos y trabajo”, detalla la Dra. Eva Trillo.

¿Te sientes identificada? Si es así, o conoces a alguien en esta situación, debes saber que no estás sola y que debes acudir a un especialista.

Mujeres mayores y depresión

La depresión en las personas mayores sigue siendo más frecuente en las mujeres, aunque esta diferencia se reduce a partir de los 85 años. En este grupo de población se manifiestan más los:

  • Síntomas cognitivos de la depresión, como las dificultades de memoria, concentración, atención y razonamiento.
  • Síntomas somáticos y corporales, como cansancio, molestias digestivas, estreñimiento, dolores articulares, cefalea y síntomas dolorosos corporales en general, o la alteración de la motricidad, con un enlentecimiento general, por ejemplo.
  • Los síntomas emocionales, como la tristeza o el llanto, aunque muy frecuentes, en ocasiones, pueden estar en segundo plano o enmascarados por los síntomas físicos y cognitivos.

También son importantes:

  • El factor hormonal, especialmente en la perimenopausia y en la postmenopausia, ya que el descenso de estrógenos se puede asociar con depresión.
  • La soledad, al ser un factor de riesgo para la depresión. Las reacciones de duelo, en ocasiones complicadas con trastornos depresivos, son frecuentes tras las pérdidas que suelen ocurrir en este grupo de edad.
  • El dolor y la dependencia funcional, también asociados con la depresión de los mayores, según reconocen los especialistas.
  • Otros factores de género, como el hecho de que la mayoría de las cuidadoras en España sean mujeres, muchas, de edad avanzada.

De este modo, los factores que influyen en la depresión de las mujeres mayores tienen mucho que ver con su contexto social, pero también con su situación física y cognitiva.

El necesario papel de la prevención en depresión

Si algo tienen claro los especialistas es que la prevención en depresión es coste-efectiva[iv]. Entre los métodos con eficacia comprobada están la educación, intervenciones psicoterapéuticas, farmacológicas, de estilo de vida y nutricionales[iv].

Según los expertos, la prevención de la depresión desde medicina de familia se debe basar en:

  • La detección precoz de los factores de riesgo de cada mujer, que son diferentes según la edad, entorno social y laboral, nivel económico y cultura de cada país.
  • La instauración de hábitos de vida saludable, con horarios y rutinas definidas, dieta adecuada, ejercicio físico, mantenimiento de vínculos sociales y familiares…
  • El fomento de métodos de autoayuda basados en técnicas. cognitivo-.conductuales, yoga, mindfulness, técnicas de relajación, de respiración, redes sociales de divulgación sobre salud mental llevada a cabo por profesionales
  • La incorporación a grupos psicoeducativos y terapéuticos.
  • La potenciación de la red social.
  • La prevención de recaídas.

La depresión en las mujeres aumenta alrededor de las épocas de transiciones hormonales, es decir, durante la adolescencia, embarazo y menopausia[v], lo que, unido a los factores ambientales, predispone al género femenino a un mayor riesgo de desarrollar depresión. Conocer esta situación es el primer paso para comprender un poquito mejor esta diferencia de género, estar alerta ante los primeros síntomas y buscar ayuda profesional lo antes posible, porque #DeLaDepresiónSeSale.

 

 

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[i] Kuehner C. Why is depression more common among women than among men? The Lancet Psychiatry. 2017;4(2):146-58.

[ii] Hyer MM, Neigh GN. Depression in Women.  Neurobiology of Depression: Elsevier; 2019. p. 425-40.

[iii] Bromberger JT, Epperson CN. Depression during and after the perimenopause: Impact of hormones, genetics, and environmental determinants of disease. Obstetrics and Gynecology Clinics. 2018;45(4):663-78.

[iv] Cuijpers P, Beekman AT, Reynolds CF. Preventing depression: a global priority. Jama. 2012;307(10):1033-4.

[v] Steiner M. Hormones and mood: from menarche to menopause and beyond. Journal of Affective Disorders. 2003;74(1):67-83.

Referencias

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