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Guía orientativa de Mind.org

Es la obligación de un supervisor hacer ajustes razonables para apoyar a un empleado que tenga una enfermedad o una discapacidad, y la depresión no es una excepción. Sin embargo, también es importante tener en cuenta las repercusiones que la depresión de un empleado puede tener en el resto del equipo. Si los compañeros empiezan a sentir que están cubriendo a un empleado, o que éste recibe un trato especial injustamente, se puede generar resentimiento en el equipo, que habrá que gestionar con cuidado y de forma constructiva.

Tendrás que informar al equipo de cualquier cambio que les afecte, como la reasignación de cargas de trabajo; pero recuerda que los detalles del diagnóstico y el tratamiento de la persona en cuestión son altamente confidenciales y no deberían compartirse sin su consentimiento explícito. Asegúrate de hablar siempre primero con la persona sobre qué información le parece bien compartir y con quién.

La organización benéfica de ayuda a personas con enfermedades mentales Mind ha publicado una guía orientativa sobre cómo apoyar a los empleados que atraviesan una depresión, con consejos para gestionar los efectos sobre todo el equipo.

Los compañeros a menudo no están seguros de si es correcto preguntarle a alguien cómo está pero, igual que con cualquier problema de salud física, la mayoría de personas agradece que se interesen por su estado

Proporcionar formación general en salud mental a todos los empleados puede ayudar a concienciar sobre cómo ayudar a los compañeros. Y también puede contribuir a reducir el estigma asociado a la depresión en el trabajo y fuera de él.

Puedes descargar la guía orientativa completa aquí.

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