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¿Puedo tener ansiedad además de depresión?

Depresión y ansiedad suelen ir de la mano. De hecho, la mayoría de las personas que padecen depresión sufren también ansiedad y, al revés, quienes padecen un trastorno por ansiedad pueden tener también depresión. En ambos casos, puedes sentir indefensión, menor capacidad para afrontar situaciones, baja autoestima, ser más crítico contigo mismo, y tender a dar más vueltas a lo que te sucede. ¿Te sientes identificado? Si es así, debes saber que esta situación es la norma más que la excepción, tal y como explicamos en este artículo, en colaboración con la Dra. Rosa Gutiérrez Labrador, Jefe de Sección del Servicio de Salud Mental de Alcobendas, dependiente del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid.

 

Ambas enfermedades comparten síntomas

El síntoma central de la depresión es la tristeza patológica y la ausencia de interés, mientras que en la ansiedad lo es la preocupación excesiva o incontrolable. Sin embargo, ambos trastornos comparten muchos síntomas. Como explica la Dra. Gutiérrez Labrador, “son síntomas comunes sentirse fatigado, inquieto, irritable, con menor atención y concentración, con dificultad para tomar decisiones y realizar las tareas con eficacia. También son frecuentes en ambos el insomnio, la pérdida de apetito, y síntomas somáticos como dolor, contracturas musculares, cefaleas, y disminución del deseo sexual”. Por tanto, cuando depresión y ansiedad aparecen juntas es difícil separar donde comienza una y acaba la otra.

Sin embargo, explica la Dra. Gutiérrez Labrador, “más que intentar poner los límites entre una y otra patología lo importante es detectar cuando están presentes ambas, porque se retroalimentan mutuamente, y los cuadros son más graves, es más difícil alcanzar la remisión, hay más deterioro funcional y peor calidad de vida, y es mayor el riesgo de suicidio, de modo que el tratamiento ha de abordar ambos trastornos”.

 

¿Cómo debe abordarse un caso de depresión con ansiedad?

Cuando aparecen juntas ambas patologías, el manejo ha de abordar desde el inicio los dos trastornos, por eso el tratamiento puede ser más complejo. “Si no se hace un tratamiento global existe un peor pronóstico, mayor resistencia al tratamiento y recurre más veces, además de utilizarse más recursos sanitarios”, detalla la psiquiatra Rosa Gutiérrez Labrador.

“El tratamiento ha de ser desde el principio con antidepresivos que se hayan mostrado también eficaces en ansiedad, no todos los antidepresivos son adecuados cuando coexisten ambas patologías. Como el inicio de la mejoría con los fármacos antidepresivos no es inmediata, en las primeras semanas es frecuente que sea necesario su asociación con fármacos ansiolíticos, de efecto inmediato, que permiten un mayor control de los síntomas y más rápido, y mejoran la adherencia, pero que deben pautarse solo a corto plazo por los efectos secundarios como la sedación y el potencial de abuso”.

La psicoterapia es también una pieza clave. “En el caso de las personas que presentan síntomas de depresión y ansiedad coexistentes es importante asociar siempre psicoterapia, porque existe una sólida evidencia científica de que, cuando el tratamiento es conjunto con psicofármacos y psicoterapia, mejora la evolución y el pronóstico”, concluye la Dra. Gutiérrez Labrador.

El objetivo del tratamiento siempre pasa por conseguir la remisión completa de la sintomatología, que permita una calidad de vida adecuada. Es fundamental también tener en cuenta no solo el abordaje inicial sino el tratamiento mantenido a medio o largo plazo, con el fin de evitar la cronificación de los síntomas.

Cinco recomendaciones para personas con depresión y ansiedad

  1. Es importante que acudas pronto a tu médico porque un tratamiento que se inicie precozmente tiene mejor resultado.
  2. No asumas síntomas pensando que no se te puede ayudar. Cuenta todo lo que te pasa porque es importante tratar todos los síntomas y que la remisión sea completa.
  3. A veces los síntomas somáticos, que son los más evidentes, enmascaran los síntomas psicológicos. Esto quizá pueda evitarse si antes de acudir a la consulta haces una revisión tranquila de lo que te pasa, para poder exponerlo sin que te olviden cosas que pueden ser importantes.
  4. Cuando depresión y ansiedad aparecen juntas la respuesta al tratamiento puede retrasarse. Sigue el tratamiento el tiempo que tu médico considere necesario.
  5. La psicoterapia es un trabajo personal. Requiere una implicación activa, una involucración por tu parte. Es importante que sigas las indicaciones de tu psicoterapeuta para que sea eficaz.

Ansiedad y depresión son dos enfermedades frecuentes. Ahora que sabes que pueden manifestarse conjuntamente, te recomendamos que prestes atención a todos los síntomas y busques ayuda profesional lo antes posible. #DeLaDepresiónSeSale.

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