Depresión en adolescentes, ¿cómo reconocerla?
La adolescencia es un periodo de cambios. Tanto si eres un adolescente como si convives con él o ella, en ocasiones puede costaros diferenciar entre lo que es un estado de ánimo propio de esta edad -donde la apatía, el cansancio, la tristeza o la irritabilidad suelen hacer acto de presencia- de una enfermedad como la depresión. Por ello, os animamos a leer este artículo, que cuenta con la colaboración de la doctora Eva Trillo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el centro de salud Campo de Belchite y vicepresidenta SEMERGEN Aragón.
“Distinguir entre los altibajos normales en la vida de un adolescente y los signos de depresión puede ser un desafío, ya que durante esta etapa de desarrollo experimentan una amplia gama de emociones”, afirma esta especialista. Sin embargo, hay algunos aspectos clave que pueden ayudaros en esta tarea.
Cómo identificar la depresión en adolescentes
1. Duración y persistencia de los síntomas: los altibajos habituales que se dan en la adolescencia generalmente son transitorios y duran unos pocos días o semanas. Sin embargo, la depresión se caracteriza por una duración más prolongada, generalmente, de al menos dos semanas consecutivas. “Si los sentimientos de tristeza, desesperanza o falta de interés persisten durante un período prolongado, podría ser un signo de depresión”, matiza la Dra. Trillo.
2. Gravedad e interferencia en la vida diaria: los cambios emocionales en esta edad suelen ser leves y no afectan significativamente al funcionamiento cotidiano. En el caso de la depresión, los síntomas son más intensos y pueden interferir con las actividades diarias, como el rendimiento académico, las relaciones personales, la motivación y energía.
Como explica esta especialista en medicina familiar y comunitaria, “los adolescentes que experimentan altibajos normales pueden seguir participando en actividades sociales y disfrutar de sus pasatiempos habituales. Sin embargo, aquellos con depresión a menudo se sienten abrumados, pierden interés en actividades previamente placenteras y pueden aislarse socialmente”.
3. Cambios en el sueño y apetito: la depresión puede provocar alteraciones significativas en los patrones de sueño y apetito de un adolescente. Pueden experimentar insomnio o, por el contrario, dormir en exceso. También pueden tener una disminución o aumento del apetito. Por eso, son dos indicadores a vigilar.
4. Pensamientos y comportamientos negativos: los adolescentes con depresión a menudo tienen una visión negativa de sí mismos, del mundo y del futuro. Pueden expresar sentimientos de inutilidad, culpa excesiva, baja autoestima e, incluso, tener pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
5. Síntomas físicos: fatiga constante, falta de energía, dolores de cabeza o de estómago recurrentes pueden acompañar a la depresión en los adolescentes.
Si bien muchos síntomas de la depresión son similares en adolescentes y adultos, hay algunas diferencias específicas que pueden manifestarse en los más jóvenes. Además de los mencionados anteriormente, la irritabilidad y los problemas de concentración son algunos de ellos. “En lugar de expresar predominantemente tristeza, los adolescentes pueden mostrar irritabilidad persistente, arrebatos, enfado y/o cambios de humor drásticos. Así mismo, la depresión puede afectar a su capacidad para concentrarse y prestar atención, lo que puede derivar en dificultades académicas”, explica la Dra. Trillo.
De todas formas, es importante tener en cuenta que los síntomas pueden variar en cada persona y no todos los adolescentes con depresión van a presentar ni todos ni los mismos.
Qué hacer ante la sospecha de depresión en los más jóvenes
Si tenéis un hijo/a o amigo/a adolescente que puede estar sufriendo depresión, la Dra. Trillo considera importante abordar la situación de manera comprensiva. Para ello, os propone las siguientes ideas:
1. Comunicación abierta: tratad de hablar con el adolescente de manera respetuosa y sin juzgarle. Animadle a expresar cómo se siente y a compartir sus preocupaciones con vosotros. Podéis escucharle activamente y mostrar empatía hacia sus experiencias y emociones.
2. Validación de sus sentimientos: es importante que reconozcáis sus sentimientos. Hacedle saber que sus emociones son válidas y que estáis allí para apoyarle.
3. Búsqueda de ayuda profesional: debéis sugerirle la importancia de buscar ayuda profesional. Animad al adolescente a hablar con un médico, un psicólogo o un orientador escolar para obtener una evaluación adecuada.
4. Mantenimiento del apoyo emocional: ofrecedle apoyo y comprensión constantes. Hacedle saber que no está solo y que cuenta con vuestro respaldo en su proceso de búsqueda de ayuda y recuperación.
5. Fomento del autocuidado: animad al adolescente a cuidarse. Esto incluye mantener una rutina de sueño adecuada, llevar una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente y participar en actividades que le resulten placenteras, en la medida de lo posible.
6. Evitad la presión excesiva: no le presionéis demasiado en lo relativo a sus logros académicos o actividades extracurriculares. Permitidle tomarse el tiempo necesario para recuperarse y priorizar su bienestar emocional.
7. Promoción de su conexión social: podéis ayudarle a mantener relaciones sociales saludables, como pasar tiempo con amigos de confianza, participar en actividades grupales o incluso considerar el apoyo de grupos de ayuda para adolescentes con experiencias similares.
8. Seguimiento: es recomendable que mantengáis un seguimiento de sus síntomas y evolución. Si los síntomas empeoran o hay signos de peligro inmediato, como pensamientos suicidas, debéis buscar ayuda profesional de inmediato y comunicar vuestras preocupaciones a un adulto de confianza.
La depresión es una enfermedad para la que existe tratamiento. El primer paso hacia la recuperación pasa por su conocimiento e identificación. Si queréis saber más sobre ella, podéis acceder a la Guía interactiva “En 30 preguntas”, donde expertos en salud mental, como la Dra. Trillo, dan respuesta a las principales dudas que habitualmente surgen ante su diagnóstico. Ah, y nunca olvidéis que #DeLaDepresiónSeSale.
Referencias
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#RethinkDepression #VivirConDepresión